Qué agradecidas son las croquetas y más agradeceidos quienes las comen. Las puedes hacer de casi cualquier cosa, además muchas veces sirven para aprovechar sobras.

En esta ocasión las hice de huevos fritos con chorizo y tuvieron mucho éxito, os cuento como las hice.

INGREDIENTES

Para el relleno:

200 g. Chorizo fresco para freír, cuanto más rico sea, mejor

3 huevos

Aceite de oliva para freír los huevos

Para la bechamel:

75 g. de mantequilla

25 g. de aceite de oliva

170 g. de harina

800 g. de leche entera

Nuez moscada una pizca

Sal y pimienta

1 pastilla de caldo

Para el rebozado:

2 huevos

Harina

Pan rallado (yo en este caso utilicé Panko, pero me gusta más con pan rallado quedan más finas)

1 cucharadita de aceite de girasol (opcional)

Aceite de oliva para freir las croquetas

Hacemos la bechamel, yo siempre uso la Thermomix, primero pongo la harina y la mantequilla y aceite y programo 100º 3 minutos velocidad 3, después añado el resto de ingredientes, pongo unos segundos a velocidad 8 para que se mezcle todo bien y programo 10 minutos, temperatura 90ºC y velocidad 4.

Si la quereís hacer por el método tradicional, calentamos la leche en un cazo, a parte, se derrite la mantequilla con el aceite en una sartén, añadimos la harina, doramos con cuidado de que no se queme la harina moviendo continuamente, cuando esté tostadita, vamos añadiendo cazos de leche caliente poco a poco e integrando, sazonamos y dejamos que hierva, a fuego suave, sin dejar de mover. Una vez que hierva, cocemos un par de minutos, moviendo continuamente y ya la tendríamos.

Mientras se hace la bechamel, freímos el chorizo, sin piel y cortado en taquitos en un poco de aceite de oliva. Retiramos.

En ese mismo aceite, añadiendo un poco más si es necesario, freímos los 3 huevos, dejando la yema lo más líquida posible.

Troceamos los huevos y añadimos junto con el chorizo a la bechamel y ponemos en una bandeja a enfriar, tapamos con film transparente a contacto, es decir, tocando la superficie de la masa con el film para que no se reseque.

Cuando esté templada, la metemos en el frigorífico, mínimo 12 horas.

Cuando ya esté fría, batimos los huevos, añadimos un poco de sal y un chorrito de aceite de girasol, opcional, eso hace que se forme un rebozado más resistente y no se abrar al freírlas.

En otro plato ponemos la harina y en otro el pan rallado.

Nos ayudamos con 2 cucharas para formar las croquetas o por el método que soláis utilizar, pasamos primero por la harina, después por el huevo batido y por último en el pan rallado.

A mí me gusta freírlas en un cazo, para que el aceite de oliva cubra bien las croquetas por todos lados, así no se abren. El aceite debe estar caliente pero no demasiado. Freír en tandas de 3 ó 4, dependiendo del tamaño de la croqueta y del cazo, antes de añadir otra tanda, dejar que el aceite coja calor de nuevo.

Espero que os gusten, en casa triunfaron